La transgresión, una apertura al no-saber. Análisis de la obra filosófica y literaria de George Bataille.

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2023

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George Bataille es un autor maldito que escribió con su sangre, su filosofía se mostró en rechazo a toda autoridad, como a los sistemas cerrados del pensamiento occidental. Este autor busca afirmar la diferencia en nuevas organizaciones que permitan la apertura de la existencia. Si bien, después de la guerra hubo un tiempo en el cual, por diferentes circunstancias de su vida buscó aferrarse a la religión, elige finalmente adentrarse en la experiencia interior, aferrarse al límite de lo posible y arrojarse al abismo. La vida de Bataille estuvo marcada por muchos sucesos relevantes, como el nacer con un padre ciego y enfermo de sífilis; la guerra, y luego la muerte de su padre. Estas experiencias lo llevaron a adentrarse en la oscuridad de la existencia. La vida no es la idealización que se nos muestra en el espectáculo de la televisión. En la modernidad atravesamos momentos de crisis económicas, políticas, ecológicas y globales, en torno a la destrucción de la naturaleza por parte de los gobernantes, como el control absoluto de la vida de las personas. Bataille no fue ciego de esto, vio y vivió en carne propia la devastación de la naturaleza, las ciudades grises como consecuencia de la industrialización, la destrucción ecológica por parte de la gran máquina y la mecanización de la vida por medio del trabajo; el olvido del presente por un futuro utilitario. La debilidad y la decadencia del hombre moderno lo guiaron a querer penetrar más allá del velo de maya, es decir, renovar y buscar cambios en la historia moderna. La consecuencia de esta apertura, nos permitirá problematizar nuestra realidad actual y buscar líneas de fuga. Este escritor nos lleva en un viaje hacia al abismo, puesto que nos invita a penetrar en lo indecible e impronunciable. Si aceptamos la vida, debemos aceptarla en todas sus posibilidades, debemos sumergirnos en el dolor; el amor a la vida, es también amor por el horror. Es por eso que en la presente tesis se pretende abordar el concepto de transgresión en la obra del autor, por medio de un análisis exhaustivo de su obra tanto filosófica como literaria. El problema en torno al cual gira esta tesis es sobre el concepto de transgresión, en tanto este, nos permite pensar el sistema moderno y cerrado desde otras perspectivas. La filosofía de Bataille es una filosofía transgresora y siniestra, en tanto que se contrapone a todas las ideologías y se revela contra toda definición, representación e identidad. Transgredir significa salirse y evadir la norma, sin que esta desaparezca, pues el solo hecho de quebrantar la ley le añade un valor más interesante. En este sentido, lo que se busca es mostrar de qué forma este quebrantamiento de la normalidad profana nos abre un mundo inmenso en el que el dolor nos envuelve y a la vez nos hace recuperar la inocencia; la consecuencia de la transgresión es que nos muestra el verdadero ser de las personas que la sociedad capitalista moderna ha enterrado. Para adentrarnos en este estudio en el concepto de transgresión del mundo moderno, y acceder a los valores de antaño, importante es mencionar los puntos en los que la filosofía de Bataille se entrecruza con la de Nietzsche: “La muerte de Dios” es la muerte de los valores que devienen en decadencia, la muerte de los valores decadentes que implican la negación de la diferencia. La dialéctica Hegeliana, como negatividad, no admite al otro y lo niega, lo somete, mientras que Nietzsche se afirma en la diferencia y en el devenir. El “si” de Nietzsche se opone al “no” dialéctico; la afirmación a la negación dialéctica; la diferencia a la contradicción dialéctica; la alegría, el placer, al trabajo dialéctico; la ligereza, la danza, a la pesadez dialéctica; la hermosa irresponsabilidad a las responsabilidades dialécticas. (Deleuze,1986, p.18) En este sentido los valores de Nietzsche buscan la afirmación de la vida misma, es por eso que la muerte de la autoridad, del Dios cristiano, nos abre un mundo diferente y nos iniciamos en una experiencia abismante; por ende, Bataille, la filosofía Batailleana apunta a la renovación y al quiebre de los valores occidentales. Negando la visión ilustrada de la utilidad capitalista, de una vida centrada en el proyecto futuro, este nuevo mundo decadente nos aleja de lo que nos hace sentir más vivos y se funda en el terror a la muerte. En el mundo moderno las personas se vuelven enfermizas y decadentes; este decadentismo se funda en los valores serviles, que necesitan de una justificación. Estos son los “valores esclavos” de los que Nietzsche hablaba, pues niegan la alteridad, se muestran en contra del dolor, de la guerra, de la fiesta y del tiempo sagrado; por lo tanto, es importante para Bataille mostrar que esta transvaloración de los valores Nietzscheana se funda en una moral de barbarie. La transgresión y el sacrificio del hombre moderno nos otorgan el acceso a la divinidad del tiempo sagrado, de lo cual hablaremos más adelante, como también es la potencia y la fuerza de soltar, lo que se mantiene inconsciente. De esta forma, la filosofía de Bataille, se enfrenta no solo con lo que escondemos y reprimimos en la comunidad de la igualdad, sino también con la terrible crisis de la humanidad y la miseria. Creemos conocer las cosas que nos rodean y conocernos a nosotros mismos, pero en el fondo, no conocemos más que un lenguaje humano que limita lo real. “Aborrezco las frases… Lo que he afirmado, las convicciones que he compartido, todo es risible y está muerto; no soy más que silencio, el universo es silencio” (Bataille, 2018, p.154). La categoría de humano es una prisión que encierra a las personas, pero si trastocamos estos parámetros, también podemos ir más allá de la razón; y es justamente volver obsoleta las categorías racionales lo que la filosofía de Bataille pretende. Nos encontramos en un mundo dominado y ordenado siempre por la barbarie o los grupos dominantes; se nos dice que poseemos una identidad definida de acuerdo a cánones establecidos y signos definitorios. A lo largo de nuestra vida, miles de máquinas actúan para controlar y volver uniforme el comportamiento de individuos e individuas; constantemente pasamos por diferentes procesos de subjetivación y de categorías. Cuando somos niños debemos pasar por la escuela, como la figura que Foucault señala “el inspector de patio actual como el vigilante o gendarme de las prisiones”. En la modernidad ya no importa castigar al sujeto de forma punitiva si no que hay otros procesos por los cuales nuestros deseos y nuestra identidad pueden ser vigilados. El mundo, por lo tanto, es una serie de mecanismos que aseguran una existencia limitada, monótona y calculada. Algunas personas pueden creer que aquel espectáculo tedioso que viven es verdaderamente “la realidad”, pero detrás de toda esta artillería de símbolos y clases, subyace todo aquello que no notamos. El mundo se funda en el olvido de lo diferente y en la mentira del lenguaje. Nietzsche es irónico respecto a quienes afirman conocer las cosas, cuando lo único que afirman son palabras. El humano es soberbio por creer que aquello que él quiso nombrar significa el conocer. Por más que intentemos hablar científicamente, todo lo que afirma el hombre, lo afirma dentro de sus límites mundanos. Presumir una objetividad es soberbio. “El hombre nada más que desea la verdad en un sentido análogamente limitado: desea las consecuencias agradables de la verdad, aquellas que conservan la vida, es indiferente al conocimiento puro y sin consecuencias, y está hostilmente predispuesto contra las verdades que puedan tener efectos perjudiciales y destructivos “ (Nietzsche, 1873, p.4). El hombre acepta esta paz y orden impuestas, al precio de dejar en el olvido todo lo que no encaja en el mundo utilitario capitalista, de aquí que el concepto de transgresión es tan importante para comprender la obra del autor; puesto que, en contraposición con este mundo de trabajo y acumulación, la transgresión es un exceso de superación que nos lleva más allá de los conocimientos racionales. La transgresión es una invitación al cuestionamiento que amenaza la vida presente y que desborda la monotonía de la vida coloreada por el lenguaje. La transgresión está íntimamente ligada con los conceptos de la fiesta como rompimiento del tiempo profano, la guerra como energía acumulada por la represión, el arte como línea de fuga y sublimación, y la muerte que es el punto culmine en que el ser separado de la inmanencia vuelve a su animalidad continua y se diluye junto al ser de otro. La filosofía de Bataille se contrapone a todo orden y se ilumina a través del sacrificio, la poesía, el suplicio, el orgasmo, el sexo y todo aquello que se consume en el instante derrochador. Dionisio sería el mejor personaje en el cual todas estas características de lo sagrado y lo divino se manifiestan: la fiesta orgiástica, el sacrificio en el cual los participantes padecen con el sacrificado su dolor, y gracias al rostro de sufrimiento absoluto de éste la muerte se muestra; embriagarse de vida y de vino, diluirse en la relación sexual y padecer el dolor del ser sacrificado. Una filosofía de la cumbre es vitalista, pues se levanta ante una filosofía que se funda en el engaño del ser y en la negación del placer inútil, el cómo los conceptos de horror y erotismo están absolutamente entrelazados. La filosofía de este autor -si es que puede ser llamada así- nos habla de una experiencia interior y soberana frente a todo tipo de racionalidad y por sobre todo frente al lenguaje: nos adentra en los abismos del no-saber y de lo indecible. En efecto para Bataille, su filosofía no es una búsqueda de respuestas necesarias, sino que es justamente lo contrario; es devenir con la experiencia del no saber, buscar el azar, lo múltiple y lo cambiante. La filosofía es la búsqueda de la nada. Para una mejor orientación, la estructura de esta investigación se ha dividido en 4 capítulos. 1- El primer capítulo pretende analizar de qué manera el paso de la transgresión del mundo moderno capitalista nos lleva a una instancia que está más allá del lenguaje y el saber. Bataille plantea la división del mundo entre lo sagrado y lo profano; el acceso a lo sagrado se entiende como un escape al mundo tedioso y monótono que se funda en la utilidad y en la economía restringida. Este mismo salto soberano nos introduce al concepto de heterología como el otro lado del mundo, donde encontramos lo diferente. 2- En el segundo capítulo se pretende relacionar el concepto de transgresión con el de erotismo; en donde el erotismo es una instancia que busca diluir la identidad estable y cerrada del ser discontinuo y abrirse a la inmensidad del no-saber. Donde no existe una definición estable y se confrontan las categorías racionales del mundo moderno profano. El segundo punto del capítulo dos, es un apartado dedicado al arte que justamente al igual que el erotismo busca trastocar las categorías de la estética de la belleza y retornar al inconsciente abyecto y terrible que la modernidad se niega a aceptar. Este pequeño acercamiento de un arte monstruoso, violento y sangriento, nos sirve como una herramienta para la exposición de la idea de nuestro autor de que dolor y placer se encuentran relacionados íntimamente. 3- En el capítulo 3 se abordará el concepto de soberanía en la obra de nuestro autor, como momento culmine de la transgresión. Para comenzar la reflexión, analizaremos la crítica de Bataille a la comunidad profana y a su principio de utilidad, como también la negación de la diferencia en la comunidad identitaria. Para esto, hay que considerar la crítica de nuestro autor a la dialéctica hegeliana por ser un primer rasgo del pensamiento servil, un pensamiento cerrado bajo la lógica de la represión de los otros. Contrariamente veremos, que la filosofía de Bataille busca afirmar la diferencia, desgarrando el ser y mostrando la herida frente al otro. En eso reside la soberanía, en el acceso al no- saber.

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FILOSOFIA FRANCESA SIGLO XX, ANALISIS (FILOSOFIA), BATAILLE, GEORGES 1897-1962

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