Calderón, ClaudiaContreras, LilianaManzo Gámez, Rodrigo2022-12-152022-12-152005Valparaísohttp://repositoriobibliotecas.uv.cl/handle/uvscl/7952La presente investigación explora la relación entre trastorno de la alimentación y la habilidad social conocida como asertividad. Esta variable será evaluada y comparada en primera instancia, entre un grupo clínico compuesto por pacientes de sexo femenino diagnosticadas según DSM - IV y un grupo no-clínico de estudiantes de sexo femenino, en segunda instancia, y luego de diferenciar en el grupo no-clínico la población en riesgo y sin riesgo de padecer un trastorno alimentario, según EAT - 40, la variable asertividad se evaluará y para luego ser comparada entre el grupo clínico, el grupo en riesgo y el grupo de estudiantes sin riesgo padecer un trastorno de la alimentación. Finalmente, las variables asertividad y riesgo de padecer un trastorno alimentario serán correlacionadas en el universo total de las participantes. El resultado de la comparación de la conducta asertiva entre el grupo clínico y el no-clínico, confirma la presencia de déficits asertivos en pacientes con trastornos de la alimentación. Por otra parte, los resultados de la evaluación de la conducta asertiva en los tres grupos, nos brinda la posibilidad de reconocer en el grupo clínico la media en asertividad más baja (7.2), seguido por el grupo en riesgo (14,5) y finalmente el grupo sin riesgo (22,4). Por otra parte, al comparar estos resultados, podemos distinguir diferencias significativas sólo al comparar las medias en asertividad entre el grupo clínico y el grupo sin riesgo de padecer un trastorno alimentario. A pesar de obtener un puntaje en asertividad superior al grupo clínico e inferior al grupo sin riesgo, el grupo en riesgo de padecer un trastorno alimentario no logra diferenciarse significativamente de los grupos comparados. Respecto a la correlación de las variables riesgo de padecer un trastorno alimentario y asertividad, en la totalidad del universo estudiado, cabe mencionar que ésta fue inversa, pero débil (-0,266), es decir, no significativa. Lo que implica a su vez, la imposibilidad de predecir con seguridad a partir del riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria un déficit en asertividad y viceversa.Asertividad y trastornos de la alimentación : un estudio comparativo en población clínica, en riesgo y sin riesgo de padecer un trastorno alimentarioTesis