Lobos Vera, DiegoMorgado Merchán, Andrea Lucia2022-06-232022-06-232020-03-04Morgado, A., (2020). Trébol sobre la frente [Tesis de Pregrado, Universidad de Valparaíso]. Repositorio Institucionalhttp://repositoriobibliotecas.uv.cl/handle/uvscl/4353En mi experiencia como estudiante de la escuela de cine de Valparaíso, ha sido larga con alrededor de siete años estudiando. Pude realizar mi ayuda alrededor de 10 proyectos. Tres de esas como realizadora, y en unas 4 ocasiones como directora de arte. O asistente de arte y directora de foto. el trabajo en la escuela siempre fue conciso y se pudo aprender mucho de las experiencias tratadas, he aprendido bastante de mis profesores y compañeros, a la hora de mostrar un desempeño exigido, teniendo algunos aciertos más certeros que en otros casos, siempre resulto un muy fructífero trabajo en cuanto aprendizaje. El trabajo audiovisual que decidí tratar para mi titulación es un pequeño cortometraje. El video de duración de 3 minutos aproximadamente con dos fotogramas por segundo que muestra el contenido de una historia dirigida por dos personajes donde uno de ellos recibe un disparo y muere y se ve su alma y su cuerpo transitar por una especie de limbo profundo rodeado de imágenes y símbolos significativos. El personaje principal es un personaje de la vida real que falleció a comienzos del 2018. Cuya relación con él había sido significativa para mí en mi infancia. Para hacer este video fue necesario muchas recolecciones de ideas y un poco la especialización de la técnica de acuarela mojado sobre seco, es decir saber de la técnica del pintado y del acabado de algunas ilustraciones fueron sin más ni menos parte de la técnica que veremos más adelante. El proceso de esta animación fue largo. Comencé a animar a mediados de junio del 2018 y terminé de dibujar el verano del 2020, al comienzo era muy eufórico animar, me era muy familiar el sentir que tenía con la animación las cosas que sucedían para mí era como si afloraran delicadamente mil ideas al mismo tiempo y terminé en muy pocos días la animación en lo que fue su primer esqueleto. Es decir, solo los dibujos de grafito en alrededor de 150 hojas. Con el tiempo fui siendo más serena y me sentaba a pintar como pasatiempo sin saber que eran y que serían estos dibujos. Era 2018 y estaba recién reincorporándome de un percance de salud muy importante. Aquello también sumaba a mi visión de todo este territorio de la muerte y la transmutación de la vida en la zona del “limbo” aquella que quería explorar. Un recuerdo muy bello es que vino una lluvia muy necesaria esos días y yo recolecté el agua de esa lluvia en un bol grande. Allí en esa fructífera agua empecé a animar y a licuar mis colores con lo que sería un despertar a una dimensión nueva para mí, claramente ocupando dicha agua que venía de la naturaleza como elemento y herramienta para pintar y así animar bajo el stop-motion de cuadros por segundo. La animación no era muy larga, es decir no con muchas páginas apenas 214, pero repasar los dibujos fue necesario hacerlo dos manos por dibujo hasta 4 manos, y repasar con la visión de cómo tenían que ser las diapositivas y hechas las correcciones, cada cierto tiempo me ponía a hacer pinturas, pero lo cierto es que me llevo más tiempo dándole la vuelta a que forma tenia, como era, que quería, como me lo imaginaba y como me parecía más certero hacer los dibujos, que llegara la inspiración y las ganas de pintar algo tan pesado demoraba su tiempo, habían veces que pensé que no lo seguiría hasta que de pronto llegaba la inspiración y eran muchos días pintando. Lo recuerdo como estar haciendo tareas cuando niña, solo me sentaba y pintaba. Recuerdo cuando hice mi primera prueba de visualización con Diego Lobos; vimos el formato que tenía y como se vería, allí analice unas preguntas frente al sonido y como acoplarlo, pensé que la música que llevaba ese día estaría bien pero el profesor me dijo que podría correr con problemas de derecho de autor. Luego también me di cuenta que la música tenía que introducirse en los dibujos no los dibujos en la música. Así fue como quede después de un primer análisis con el cortometraje a medias; me faltaban repasar muchos planos y dibujar casi la mitad de la historia hecha, es decir más de 100 páginas y encontrarle una música, así estaba para el lunes 14 de octubre donde tenía mi primera corrección y estaba lista con todos los límites y propuestas hechas, así me quedo muchos días de trabajo y mucho trabajo también. Será como lo primeros días de febrero que comencé con los que aceres de la universidad entre esos el corto trébol sobre la frente. Que significa desear suerte al morir. Pues al fin había hecho todo esto dedicado a las personas que mueren y no hay un rumbo fijo en que pasa con estas personas y la muerte. Como es su proceso llamaba mi atención. Como podemos ayudarlos a salir de este mundo. Que trascienda su espíritu lo máximo posible en un paso elevado de luz y amor, eso era mis primeras intenciones con el cortometraje. Como no sabía exactamente que le paso a mi amigo me motive a yo misma desearle con todo el amor y el arte un mejor final, un final quizás, feliz. Algo que pudiera rescatar de mi imaginario el dolor de perderlo en un accidente. Eso lo encontraba muy triste, por eso me resultaba pesado dibujar, hacer los dibujos, es un tema que a la larga resulta lento de realizar por la propuesta y dibujos que requerir la temática de la muerte. Porque era un sentir muy personal de echo cuando lo terminé me pregunté si no había quedado lo suficientemente listo. De hecho, no puedo decir que el proceso está listo o finalizado, porque sé que le pintaré más cosas y que lo seguiré haciendo. Y con mucho gusto lo continuaría y lo terminaría nuevamente.ANIMACIONCORTOMETRAJETrébol sobre la frenteTesis