La influencia de los medios de comunicación en una población de estrato social bajo en el contexto de la industria cultural: alfabetización audiovisual en la población Joaquín Edwards Bello.

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2010-12-23

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Universidad de Valparaíso

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Resumen

Esta tesis comenzó como un proyecto personal de realizar documentales en conjunto con las personas que viven en la población Joaquín Edwards Bello. En ese lugar un grupo de amigos que formaban la agrupación cinefagia el año 2004 habían realizado un taller de cine con los jóvenes de la población. Por lo tanto estas personas ya manejaban conceptos en torno a la realización audiovisual y se podría avanzar en concretizar el proyecto teniendo esta base. Pese a que y han pasado seis años desde el proyecto Verse, comencé a hacer la investigación y me acerqué a fines de julio a la junta de vecinos de la población para presentar el proyecto de un taller de realización audiovisual. Se mostraron dispuestos a apoyarme y me dijeron que podía comenzar cuando yo quisiera, organicé las fechas para comenzar en agosto y el taller nunca se pudo realizar por diferentes motivos, desorganización con la junta de vecinos (se perdieron las llaves, no aparecían para abrir la sede), por falta de convocatoria, o por cosas ajenas a la organización como la muerte de una joven cercana a la presidenta de la junta de vecinos. Analizando cómo se fueron dando las cosas y los objetivos que me había planteado, lo mejor que podría haber pasado es no haber hecho el taller, ya que era un taller superfluo, que no les iba a permitir desarrollar una realización independiente, que era el objetivo del taller. El documental, la realización de trabajos documentales era la idea principal del taller. Para mi el trabajar con la realidad es primordial para permanecer consciente dentro de la sociedad, la realidad me conmueve y no me deja pensar en la creación de ficción si están sucediendo cosas a mi alrededor que me perturban, el documental es para mi la forma de trabajar la realidad. Cada persona tiene su realidad, por lo cual uno se puede encontrar con múltiples visiones de un mismo hecho. El problema se me generó cuando observaba sucesos en los cuales escuchaba las opiniones de los afectados y era escuchar una máquina repetidora, los medios de comunicación les decían cómo pensar, hablar y actuar, entonces estas personas se acostumbran y dejan de obrar por si mismos, esto me parece inaceptable por lo tanto mis fuerzas se centraron en buscar un método que permitiera despertar la conciencia del espectador común y corriente de la población entregando nociones básicas del lenguaje audiovisual. Mi decisión de trabajar en una población de estrato social bajo viene del hecho que este grupo social está estigmatizado, segregado, rechazados por el resto de la población, son personas tratadas despectivamente y que deben luchar diariamente contra el estereotipo y los prejuicios que se posan sobre ellos. Como insertarme sin esos prejuicios era una de mis preocupaciones. Fernando Birri (1964) lo simplificaba todo de manera práctica y decía que “a la gente expliquen lisa y llanamente lo que van a hacer”. Esto en el momento de los hechos es cuando hay que tener presente y estar consciente de lo que se está realizando para no quedarse en superficialidades y conseguir el objetivo de inmiscuir al poblador en el lenguaje cinematográfico. Hacerlo tomar conciencia de la importancia de las imágenes en la vida actual y cómo es controlado por ellas, planteando desde un principio que nos encontramos bajo un contexto de subordinación de la industria cultural. Esto me llevó a desarrollar la investigación en torno a cómo hacer un taller que desarrolle la perspectiva del poblador y sea realmente un aporte en su vida diaria. Las personas que se encuentran dentro del estrato social bajo son trabajadores y trabajadoras de un nivel educativo bajo y el sistema social se preocupa de mantenerlos ahí, son trabajadores que al sistema le sirven porque son mano de obra barata y sumisa. Pero al conversar con ellos uno se da cuenta que son personas inteligentes, que no tienen la confianza interna para expresar sus ideas, y plantear su mirada por sobre las de la industria cultural, aunque sientan que están en lo correcto si no tienen los medios para expresarlo van a terminar aceptando lo que les impone la industria cultural. El concepto de industria cultural lo plantea T.W. Adorno y M. Horkheimer (1944), dos filósofos de la escuela de Frankfurt los cuales nos plantean que “Los medios de comunicación se preocupan de imponer la autoridad de la industria cultural por sobre la familia: En la historia del desarrollo de la familia desde el periodo absolutista hasta el liberal se destaca siempre con mayor fuerza un nuevo momento en la educación de sometimiento a la autoridad. Ya no se exige directamente la obediencia, sino, por el contrario el uso de la razón. Quien considere sensatamente el mundo comprenderá que el individuo debe someterse y subordinarse. El que quiera hacer carrera, y hasta el que no quiera hundirse, debe aprender a contentar a los otros.” La industria cultural propone que la familia debe comprender que lo que los medios le dicen es la verdad y así aceptarla, con esto los padres deben enseñar a sus hijos todo lo necesario para desenvolverse en la sociedad, desde pequeño el niño debe entender a través de sus juegos, de sus fantasías con que anima su realidad, que en la sociedad todo está dominado por el poder que unos pocos tienen y que ejercen sobre otros, por la idea del arriba y el abajo, del mandar y el obedecer. Esta forma de ver la sociedad es trascendental para lograr posicionarse en ella, Max Horkheimer(1968) expone: “la necesidad de una jerarquía y una escisión de la humanidad basadas en principios naturales, contingentes, irracionales, vuélvase para el niño tan familiar y evidente, que sólo bajo este aspecto es capaz de tener experiencia incluso de la tierra y el universo, y hasta del más allá; toda impresión nueva ya está pre-formada por esa necesidad.” Para romper con estas doctrinas el trabajo dentro del taller debe ser horizontal, permitir que los análisis se realicen como parte de una asamblea general en el cual todos puedan expresar su punto de vista frente a los hechos o películas observados. Bajo qué método de enseñanza del lenguaje audiovisual se le va a permitir salir del estado en el cual lo mantiene la industria cultural y observar las imágenes que esta les presenta desde un punto de vista personal. Paulo Freire (1969) nos presenta el punto de partida para la liberación del oprimido en la alfabetización, a partir del cual inicia su camino y asume una posición consciente de su realidad. Freire convida a los analfabetos a salir de su apatía y del conformismo de su "estilo de vida" en el que siempre han estado inmersos, propiciándoles un desafío en comprender que ellos también son hacedores de cultura. Cuando un hombre o mujer se percibe como hacedor de cultura, está venciendo, o dando el primer paso para sentirse importante, y surge la necesidad de apropiarse de la lectura y la escritura. En nuestro caso esta lectura y escritura es con imágenes, pero el espectador tiene que cumplir los mismos pasos como si estuviera estudiando para aprender a leer, debe comprender el lenguaje audiovisual. Ese es el objetivo de esta investigación, buscar un método para poder enseñar este lenguaje al espectador. Que pueda observar a la industria cultural desde un punto de vista crítico.

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SECTOR POBLACIONAL CHILENO, COMPRENSIÓN LENGUAJE AUDIOVISUAL, OBSERVACIÓN INDUSTRIA CULTURAL

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