Interpretación televisiva de la realidad. Análisis a las noticias como medio discursivo institucional.

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2009

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Resumen

Son exactamente 49 años los transcurridos desde la primera transmisión televisiva en Chile, durante este periodo son muchos los acontecimientos sociales que han determinado el actual formato y contenido. Este medio relativamente nuevo es susceptible a una serie de estudios teóricos surgidos principalmente en el seno de centros científicos y académicos de países desarrollados, que han visto en la televisión, el más potente medio de comunicación social, estos mismos rasgos, en su momento también fueron apreciados en Chile y generaron una serie de expectativas de desarrollo en diversos ámbitos sociales y culturales, pero que con el tiempo se fueron truncando. Pese a que, al momento de insertarse la televisión en Chile, el cine ya tenía más de 50 años de inventado, no había logrado tener una penetración social potente, esto debido a varias razones, en parte a la falta de técnica, la escasez de recursos, el acceso elitista a la realización, además de encontrarse en un proceso de investigación y experimentación de su lenguaje y capacidades comunicativas. Esto se traduce que el cine empiece a tomar fuerzas, y empiece a formar parte activa de un contexto social, en los mismos años que llega la televisión al país. El tema televisivo se encuentra en una disyuntiva de carácter teórico, por el hecho de que algunas tendencias con características dogmáticas, hacen hincapié en el cine dentro del área de las artes, y negando la relación que puede existir con la televisión, pese a que con esta guarda muchas más similitudes que con otras artes, esto explicado en que el estudio de la TV toma prestados elementos del estudio cinematográfico. Lo que diferencia ambos medios, son factores de distinta índole, en lo referente a lo tecnológico nos encontramos con dos soportes y dispositivos que trabajan de manera distinta, en lo formal, llegamos a dos medios que tienen códigos propios. Bastante se puede discutir sobre cine, las artes, además de la constante pugna que existe entre los defensores de los soportes digitales versus los químicos, y así se puede seguir argumentando extensamente, por lo que me apresuro en exponer que la relación que hago entre ambos medios está basado en su aspecto comunicativo, y asumiendo el estudio de su forma como medio audiovisual, y no como expresión artística. Las características propias de los modelos de producción de cada medio, nos exponen un hecho que deja en una desventaja de estudio de los aspectos formales de la televisión, esto basado en la inmediatez de esta última. El cine al ser un proceso de producción más lento y con un producto final único, se presta para análisis más amplios y profundos sobre sus formas, aspectos técnicos y artísticos, además de ser objeto no sólo de estudio sino de otras prácticas como la cinefilia, en cambio la televisión produce sus programas para un consumo inmediato, sin previa preparación del espectador, además de producir en cantidades mayores, para un visionado único de sus programas, lo cual dificulta un análisis con la profundidad y tiempo que requieren los estudios cinematográficos. Esto hace suponer que en el cine existe un mayor grado de reflexión y que la televisión está descuidada en estos aspectos, personalmente creo que la televisión no busca la estética preciosista del cine por el hecho que no se considera dentro del área de las artes, sino de las comunicaciones, por consiguiente la reflexión sobre los contenidos y los discursos es igual o quizá mayor de lo que puede haber en el cine. La televisión pese a ser menospreciada por los más “puristas” estudiosos del ámbito cinematográfico, está cada vez más relacionada, y ambos medios han contribuido a disolver la precisión de los límites que antiguamente las diferenciaban, si analizamos los aspectos históricos de la función de las cámaras de cine, nos encontramos que el registro de actos bélicos tenía una finalidad meramente informativa, más que artística, además el proceso de registro era más rápido que la filmación y montaje de películas. En el aspecto estilístico nos encontramos con movimientos cinematográficos como el cinema verité, o el free cinema, que abandonan el formato de documental más clásico, y asumen una dinámica que guarda más similitudes con el reportaje televisivo, en el aspecto tecnológico nos encontramos con los soportes electrónicos que con el tiempo logran mejores resultados, mayor resolución y han pasado a formar parte de las herramientas cinematográficas. Los aspectos técnicos y el lenguaje de las formas audiovisuales producen una fertilización cruzada de ambos medios *. La televisión como dispositivo electrónico de registro (video) y difusión (antena) se presentó como una innovación tecnológica que revolucionaría las comunicaciones, ya que su masificación lograría democratizar el acceso a la información, la diferencia cuantitativa de producción y personas que accederían a ella, hizo pensar en sus capacidades educativas y de desarrollo social, lo que provocó que personas del ámbito cinematográfico utilizaran este nuevo soporte para sus producciones, como es el caso de Roberto Rossellini (por cierto, con el mismo grado de reflexión, y cuidado de la forma que tuvo en el cine). Pero los acontecimientos dicen otra cosa, donde unos vieron una herramienta de desarrollo, un medio de comunicación pluralista, y un espacio para un ocio sano, otros encontraron un nicho de negocios, una competencia mercantil, donde sus productos o programas compiten por un cliente (anunciante), tal cual un mostrador de tienda. Esta lógica ha calado tan hondo en la televisión que incluso los canales que partieron con esa primera visión, han cedido, en principio por las políticas de financiamiento y acentuado por los cambios políticos en el país. Se hace necesario establecer la televisión dentro de un ámbito teórico, que no base su estudio en un medio aislado, ya que obviamente los resultados también serán aislados, así se hacen pertinentes otras disciplinas, y es donde nos encontramos con otros estudios como los Mass Media, donde la TV, el cine, la radio y prensa en general están compartiendo roles similares en la sociedad, una herramienta del repertorio de la comunicación social, un aparato ideológico de estado, y dependiendo de las políticas económicas del país, un producto de industria cultural. Pese a que nuestro ámbito académico es el cine, me veo disconforme en su estudio, ya que las características indicadas en párrafos precedentes, orientan el estudio del film en aspectos formales principalmente. En los casos que el cine es analizado en valores semánticos y discursivos se logra un resultado que al pasar la película se queda almacenado tal cual el film después de salir de cartelera, y su exhibición posterior es sólo una práctica aislada socialmente, ya que sus propiedades como obra de arte, se prestan a un acceso elitista, (en un aspecto intelectual o académico). Por otra parte nos encontramos en un país donde el cine en su forma de distribución ha adoptado una lógica comercial, que ha limitado el acceso a las obras de un importante segmento de la población que no tiene los recursos como para asistir a una sala de cine. Como agravante tenemos el hecho que diversos realizadores han despojado al cine de sus aspectos artísticos, esto fomentado por políticas de estado, que para financiar filmes analizan los aspectos económicos de las obras, evaluando su impacto comercial, tal cual un producto, lo que se traduce en una autocensura, reflejada en restricciones temáticas y complacencia, ya que lo más importante es vender la película como un servicio de entretención a la mayor cantidad posible de espectadores, ya no como receptores de un mensaje, sino clientes que pagan su entrada en la boletería de una sala. Por estas dos razones el cine ha marginado de sus temáticas al segmento de la población que no asistirá a la sala, ya que su condición no se lo permite. El cine chileno de los años 60 y parte de los 70 estaban pensados en gran parte como un mensaje, donde existían ánimos de un cine nuevo, que respondiera a las necesidades sociales, aquí los realizadores se estaban reconociendo en su identidad latinoamericana y tercermundista, lo que llevó a experiencias de encuentro con otros realizadores de la región que también estaban pasando por un proceso similar, además de la búsqueda estilística, se reconocen aspectos ideológicos que acercaban el medio cinematográfico a la persona común, pero esto se perdió en un posterior contexto de represión. De ahí en adelante no se ha podido lograr un impacto social como aquel entonces. (al menos en términos sociales). En términos de distribución y exhibición había muchas salas de cine a lo largo del país, y su acceso era de un menor costo para el público, por lo cual, había una cultura cinematográfica. Esta cultura cinematográfica se ha ido perdiendo en el tiempo, ya que el oligopolio de la exhibición cinematográfica, ha incrementado los costos de la entrada. Las restricciones al acceso hacen que el consumo de imágenes que antes se hacía en salas de cine, sea traspasado a la televisión, esto por el solo hecho que no excluye a nadie de su consumo, ya no es necesario tener dinero por cada obra televisiva, ni por cada persona que la presencia, sino que basta pagar el aparato televisivo, y de ahí en adelante se tiene libre consumo de imagen. Esto se traduce en que los niveles de audiencia sean mucho más altos que los del cine. Se hace necesario indicar que detrás de cada imagen (tanto cine como televisión) existe una intención, en lo que se dice, lo que se deja de decir, en cada corte y cada plano, y estas intenciones son las que pretendo develar, ya que estas son las que crean los discursos que nos invaden diariamente, y en el caso que expongo, por medio de la reinterpretación de la realidad contingente. Lograr determinar estos discursos y su influencia social, es lo que fija mi intención en este trabajo. Los métodos de análisis pueden ser aplicables al cine, pero este ya ha sido muy analizado, y mientras tanto se siguen transmitiendo diariamente noticias, llenas de discursos, dirigidos a una población que en su mayoría no es alfabetizada en el lenguaje audiovisual. *STAM, ROBERT.(2001) “Teorías del Cine”, Ed. Paidós Ibérica SA

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ANÁLISIS DE NOTICIEROS, DISCURSOS / INFLUENCIA SOCIAL, ASPECTOS HISTÓRICOS / TEÓRICOS

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