Examinando por Autor "Lobos Vera, Diego Sebastián"
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Ítem Del Libro a la película: el caso Donoso-Caiozzi.(Universidad de Valparaíso, 2010-03) Lobos Vera, Diego Sebastián; Zañartu Guzmán, FranciscoBasta repasar la historia del cine para darse cuenta de la extensa relación existente entre el este y la literatura y de las mutuas influencias para ambos lados, es por lo mismo que las adaptaciones literarias han sido un pilar fundamental en el desarrollo de obras cinematográficas a tal punto que podría decirse que el cine recurrió a la literatura desde su comienzo para contar historias y Chile no es la excepción. De hecho, hacia fines de la década de 1920, se rodaron películas como Manuel Rodríguez, estrenada en 1920, cuyo argumento fue una adaptación de la novela de Alberto Blest Gana, Durante la reconquista y Martín Rivas (1925), basada en la novela homónima del mismo autor, además Alberto Santana realizó dos películas basadas en textos literarios: El monje (1924) inspirada en el poema de Pedro Antonio González; y El caso GB (1925), cuyo argumento está basado en la colección de cuentos Al desnudo, de Gustavo Balmaceda1 . El traspaso desde la visualidad literaria, su estructura, el porcentaje de libertad de esta adaptación o su fidelidad con la obra original, el espacio literario y el fílmico, las descripciones, la temporalidad y el punto de vista son factores determinantes con los que el realizador debe enfrentarse al momento de emprender la guionización de un texto literario, dicha tarea es lo fundamental en esta investigación, pues trata el hecho de experimentar de nuevo una obra en un lenguaje distinto al que fue creada originalmente, por lo que esta es una tesis de guión sobre adaptación literaria a cinematográfica (o ilustración, interpretación o transposición) tiene como corpus y objetos de investigación los trabajos realizados a partir de la obra del escritor José Donoso “Naturaleza muerta con cachimba” (1990) que realizó el cineasta Silvio Caiozzi en la película Cachimba del año 2004, la que guionizó junto a Nelson Fuentes. El viaje de la obra desde el texto literario, pasando a la escritura del guión y finalmente la película, presentan trabajos y lenguajes independientes dignos de ser analizados con el fin de identificar y definir los principales problemas al momento de adaptar una obra literaria a una cinematográfica. Un libro, un guión y una película, todas de altísimo nivel artístico, se presentarán y analizarán por separado, para luego comparar e identificar la metodología que utilizó Silvio Caiozzi al adaptar Cachimba2 y a la vez identificar qué le pasa a la obra en el traspaso analizando diferencias de lenguajes (literatura – guión - cine), describiendo cada uno de los procesos de transformación que sufre la obra original. Esta investigación abarcará análisis bibliográfico, aplicación de esquemas para finalmente corroborar y complementar los resultados con lo expresado por el mismo realizador, quien a través de una entrevista nos entregó su punto de vista respecto de dicha tarea y la relación creativa para enfrentar las obras que originalmente pertenecen a otro creador, todo lo cual no tiene más afán que develar la compleja tarea de la adaptación y revelarnos una posible metodología inferida de una tipología propuesta, que depende del tipo de novela, del grado de fidelidad con respecto a la obra original y de la aplicación del orden, la frecuencia y la duración de los acontecimientos al momento de escribir el guión. Para ejemplificar la problematización con que partió esta tesis, recurrimos al poeta Nicanor Parra que en “Chistes para despistar a la policía”3 pregunta ¿Leíste la crítica de la razón pura? A lo que responde, No pero vi la película. Haciendo referencia a que en muchas ocasiones existiendo una misma historia en dos lenguajes distintos, optamos solo por uno. También existe el caso en que vemos una película sin saber que estaba basada en una obra literaria, pero cuando es al revés y vemos una película habiendo leído con anterioridad la obra literaria que fue adaptada surgen las comparaciones y no es raro oír por ahí muchísimo mejor el libro sin detenernos a reflexionar cuál fue la intención del realizador, puesto que en ocasiones la obra original se simplifica tanto que quedamos insatisfechos, o el caso contrario se enriquece y decimos es mejor la película pero ¿Cuál fue el objetivo creativo del realizador? Casos hay muchos y variados y el fin del viaje de una obra en la que sufre transformaciones de todo tipo según la tipología propuesta por José Luis Sánchez Noriega que van desde la adaptación como mera ilustración o adaptación literal, fiel, académica o adaptación pasiva la que tiene lugar con textos literarios cuyo interés descansa en la historia (el qué) mucho más que el discurso (el cómo), donde se trata de plasmar en el relato fílmico el conjunto de personajes y acciones que contiene la historia en su forma literaria sin otras transformaciones más que la organización dramática en la película, la puesta en escena y las descripciones visuales, es decir, utilizando los procedimientos básicos de adaptación. Otra intención del realizador puede ser trasponer la obra donde converge la voluntad de servir al autor literario reconociendo los valores de su obra pero salvaguardando que la película tenga entidad por sí misma. Un grado más de libertad es cuando el realizador optó por hacer una interpretación, que es caso cuando la película notoriamente se aparta del libro tanto desde su punto de vista, personajes y acciones y un estilo distinto de la obra original, pero si manteniendo el espíritu de la obra y su tono narrativo, aquí es cuando debiésemos decir el realizador se ha apropiado y ha dado un tono más autoral a la adaptación. Finalmente, al momento de comparar debiésemos tener presente que la intención al momento de adaptar puede venir dada incluso en los primeros minutos de la película, especialmente en los créditos de presentación cuando nos dicen inspirada en... o basada libremente en…y es el extremo al que puede recurrir el realizador al momento de adaptar libremente y estaríamos frente a una reelaboración analógica de la obra o un simple pretexto. En nuestros objetos de estudio ¿frente a qué caso estamos? ¿Cuál es la intención creativa de Silvio Caiozzi al momento de guionizar los textos de Donoso? Y ¿Cómo finalmente éstos se ven plasmados en las películas? ¿Existe una metodología al momento de adaptar una obra literaria? Respuestas encontraremos muchísimas en el transcurso de esta investigación, pero ¿para qué?, pues bien la historia del cine chileno nos presenta una historia antigua y desconocida de relación entre el cine y la literatura. No sólo los directores se inspiraron en obras para sus películas, sino que también los escritores fueron seducidos por este lenguaje, el caso de Donoso-Caiozzi presenta una larga trayectoria de obras en conjunto y especiales características, ya que ambos podríamos decir son de lo mejor en sus respectivas disciplinas artísticas, y sus obras, en conjunto películas, se han transformado en las películas más premiadas de la historia del cine Chileno, obras de altísimo nivel artístico que han aportado y trascendido, además y como bien lo dice el nombre de este trabajo, el caso Donoso Caiozzi nos muestra un viaje, una aventura y travesía que sufre la obra, un mundo creativo enorme por describir, temáticas en común abordadas de puntos de vistas distintos, una relación de admiración y crítica, un caso digno de ser visitado y develado. 1 En “Apuntes de cine porteño” de Poldy Valenzuela se citan todas estas películas, pero no indica la fuente de esta información, en su bibliografía aparecen citados “Cine Chileno” de Mario Godoy, “historia del cine Chileno “de Carlos Ossa y “Cine mudo Chileno” de Eliana Jara. 2 Al momento de ejemplificar se utilizará además la obra “Coronación” de 1957 y su versión cinematográfica del 2000, que involucra a los mismos creadores, quienes ya habían escrito de forma conjunta el guión de la película “La luna en el espejo” del año 1990. 3 Obra de Nicanor Parra, publicado por ediciones Galería Época en Santiago en 1983 y que tras su publicación fueron ilustrados los 250 “chistes” por una treintena de conocidos pintores chilenos (Mario Carreño, Carmen Aldunate, Carlos Ortúzar, Roser Bru, Benjamín Lira, Tatiana Álamos, Óscar Gacitúa, Carlos Maturana, entre ellos)