Werner Herzog: Grizzly Man y la excepción a la tradición documental.
Fecha
2010-12
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Profesor Guía
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Universidad de Valparaíso
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Resumen
“… el propio Herzog ha explicado muchas veces que para él es muy difusa la línea que separa el documental y la ficción, y que no distingue, a la hora de hacer obra, entre uno y otro; además, cuando uno se interna en su producción documental, se hace evidente que la sustenta una misma visión del mundo y del cine que su más conocida obra de ficción”1.
Al acercarnos al universo del cine vislumbramos una innumerable gama de películas muy diversas y diferenciadas entre sí, que a lo largo de la historia han sido catalogadas de acuerdo a sus tópicos y formas estéticas en géneros independientes. En la base de estas clasificaciones se encuentran, opuestas en su visión más superficial, la forma documental y la forma de ficción. Existe en un inconsciente colectivo generalizado la aceptación de fronteras entre estas dos vías de realización cinematográfica que conducen a un distanciamiento, a una diferenciación obligada para ser exhibidas a los espectadores.
La forma documental posee en su historial una tradición institucional que se arrastra desde la aplicación de la palabra <<documental>> a ciertos tipos de películas que se construyen y generan una propuesta sobre el mundo histórico. Es, precisamente el documental, la forma de representación que goza de beneficios con respecto a los espectadores que convergen en el pacto de confianza que se produce al momento de visionar la obra. Desde hace algunas décadas, algunos autores han puesto en tela de juicio la reconocida objetividad que posee el documental; la misma objetividad que luego fue traspasada al mundo del reportaje televisivo y que utilizaba formas similares para exponer los acontecimientos.
El autoreflexionar sobre la forma cinematográfica, como es el caso de Orson Welles en su película “F” for fake2, lleva a establecer condiciones para el surgimiento de nuevos documentales de carácter reflexivo o falsos documentales que pretenden generar consciencia en el espectador en relación a las posibilidades de la representación cinematográfica y un cuestionamiento directo a la objetividad y a la verdad absoluta en los documentales. Es así como en la actualidad vivimos en una etapa en donde la sospecha toma protagonismo fundada en fraudes televisivos o en documentales que generan una reflexión sobre el medio cinematográfico y que en ocasiones han utilizado sin escrúpulos el mundo histórico y manipulado a su favor ciertos hechos que luego han sido descubiertos.
Es en este contexto donde se establece la figura del singular director alemán Werner Herzog, quien ha reflejado en toda su carrera un profundo interés tanto en el documental como en la ficción, moviéndose intencionalmente entre las supuestas fronteras que los dividen para generar la peculiaridad de sus obras.
Esta investigación se edifica sobre una pregunta central que se origina en consecuencia de una constante revisión de las películas de Werner Herzog y recae específicamente en un film: Grizzly Man. Werner Herzog, 2005. EEUU.
¿Grizzly Man, ganador del Sundance Film Festival 2005, es un documental o es un falso documental?
La pregunta formulada nos presenta el conflicto actual con respecto a la sospecha. El hecho de que recaiga específicamente sobre una obra de Werner Herzog, conlleva intereses que responden a la necesidad de exponer un ejemplo concreto capaz de contener la mirada del realizador alemán y el peso de toda su obra.
La forma de responder esa pregunta comprende la revisión, desde una perspectiva histórica y teórica, tanto de la tradición documental como del falso documental. Ambos poseen particularidades reconocibles que servirán como soporte para el estudio de la obra, como también es preciso llevar a cabo un análisis tanto de la puesta en escena como del relato, para identificar los componentes que despliega Werner Herzog en su película.
De la pregunta que da cuerpo a la investigación se desprenden otras relacionadas directamente al contenido teórico que sustentará el estudio. De allí la necesidad de ahondar en la tradición documental; identificando una posible definición, revelando sus características y de paso analizando de qué manera el realizador alemán se ubica en la tradición para hacer uso de estas herramientas. Herzog, construye películas que simultáneamente parecen romper con esa práctica institucional, generando una dualidad, una atmósfera nebulosa que conjuga elementos reconocidos en la forma documental como en la forma ficción para contar sus historias y crear personajes que, como es el caso de Grizzly Man, viven al margen de la sociedad.
De igual manera, en la misma dirección, el estudio busca profundizar en el falso documental, identificando sus principales rasgos y objetivos para establecer estos elementos y, por medio del análisis, posicionarlos o descartarlos de la obra del cineasta alemán. El objetivo es establecer cuáles son los mecanismos que Werner Herzog va tomando de estas dos vertientes, documental y falso documental, y de qué forma se van complementando para construir el film.
Actualmente, el documental ha virado hacia la tecnología del video digital en su proceso total de producción y Herzog no escapa a las posibilidades que brinda esta técnica. La manera de distribución y exhibición sobrepasan las salas para llegar de una manera más directa al espectador mediante plataformas web, el DVD, la televisión, museos, etc. Lo que significó en su momento, el replanteamiento de la manera en que se realizaban los documentales con la llegada de equipos de filmación más ligeros en los años 60, retorna en la discusión vigente del cine digital. Es así, por medio de esta tecnología, que Herzog tiene acceso al material de Timothy Treadwell (personaje principal de Grizzly Man) quien se grabó por más de 100 horas con una cámara de video conviviendo juntos a los osos Grizzly y, fue el material seleccionado bajo el criterio del realizador, la parte más importante y rica del film.
Al situar el objeto de estudio en el terreno documental, el estado de la cuestión nos revela que la obra de Werner Herzog representa un vacío en el campo teórico documental dentro de los grandes referentes de contenidos de estudio. Si bien, han surgido textos propios de la obra del cineasta alemán, como es el caso de Caminar sobre hielo y fuego: los documentales de Werner Herzog de Antonio Weinrichter3, o textos del propio realizador como La conquista de lo inútil, diario de filmación de Fitzcarraldo4, o su leve aparición en textos ligados al nuevo cine alemán, en la tradición teórica documental su obra no tiene repercusión. Es el caso de autores como Nichols, Barnouw, Rabiger, Breschand, Ledo, entre otros.
La motivación principal del estudio viene dada por la admiración de la obra del realizador alemán y la experticia de sus métodos para no sepultar sus películas bajo una clasificación que se sume en la verdad o en la mentira, en el documental o en la ficción. Además de la importancia que posee toda su experiencia cinematográfica, reflejada en sus obras, para una comunidad estudiantil como la nuestra que busca en la experimentación y en la artesanía cinematográfica un medio para la expresión. La pregunta abierta de la investigación pretende responderse en el transcurso de ésta y no dar una respuesta vertiginosa y poco resuelta que sentencie una postura frente al film y que conlleve a un procedimiento de presentar pruebas a favor e ignorar las que vayan en contra.
1 Weinrichter, Antonio. Caminar sobre hielo y fuego. Los documentales de Werner Herzog. Madrid: Editorial ocho y medio. 200, p. 22.
2 F For Fake. Orson Welles, 1973.
3 Weinrichter, Antonio. Caminar sobre hielo y fuego. Los documentales de Werner Herzog. Madrid: Editorial ocho y medio. 2007.
4Herzog, Werner. La conquista de lo inútil. Diario de filmación de Fitzcarraldo. Buenos Aires: Editorial Antropía. 2008.
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Lugar de Publicación
Auspiciador
Palabras clave
DOCUMENTAL / FALSO DOCUMENTAL, MECANISMOS WERNER HERZOG, PUESTA EN ESCENA