Análisis de la Etapa de Prevención de la Estrategia de Gestión de Riesgos de Desastres para Incendios Forestales 2023-2024 del Ministerio de Obras Públicas
Fecha
2024
Autores
Profesor Guía
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Thesis
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Editor
Universidad de Valparaíso
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Facultad
Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas
Departamento o Escuela
Escuela de Administración Pública
Determinador
Recolector
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Nota general
Grado de Licenciado de Administración Pública
Título de Administrador Público
Título de Administrador Público
Resumen
La etapa de prevención en la gestión de incendios forestales es esencial para mitigar los efectos devastadores de estos eventos, especialmente en un contexto de cambio climático que incrementa significativamente las condiciones de riesgo. En Chile, donde los incendios forestales han aumentado en frecuencia y severidad, la gestión del riesgo se convierte en una prioridad para proteger tanto los recursos naturales como las comunidades expuestas. Según el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, la falta de medidas preventivas y de una planificación adecuada ha resultado en una tendencia de crecimiento anual del 3,7 % en las áreas afectadas por el fuego, lo que evidencia la necesidad urgente de fortalecer las estrategias de prevención. La prevención permite disminuir los riesgos de incendios y, al mismo tiempo, minimizar los efectos económicos, sociales y medioambientales asociados a estos desastres. En términos financieros, investigaciones de la Universidad de Concepción demuestran que cada peso destinado a la prevención puede generar un ahorro de hasta cinco pesos en gastos de recuperación, restauración y respuesta. Esto resalta la relación positiva entre el costo y beneficio de una inversión temprana en esta etapa. Además, las pérdidas indirectas, como el daño a la biodiversidad, el deterioro de los suelos y la contaminación atmosférica, también pueden reducirse significativamente mediante una estrategia de prevención sólida.
Dentro de la Gestión del Riesgo de Desastres, la prevención incluye una serie de medidas esenciales, como la construcción de cortafuegos, la regulación de edificaciones en zonas de interfaz urbano-forestal y la implementación de sistemas de alerta temprana. En su Estrategia de Gestión de Riesgos de Desastres para Incendios Forestales 2023-2024, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha priorizado estos factores al identificar zonas de alto riesgo y coordinar el mantenimiento de infraestructura crítica. Sin embargo, la efectividad de estas acciones depende en gran medida de la cooperación interinstitucional, la distribución adecuada de recursos y la participación activa de la comunidad en la fase preventiva. Es importante señalar que el peligro de incendios forestales está estrechamente vinculado a factores humanos, ya que el 99 % de los incendios en Chile tienen origen antropogénico, según investigaciones de la Universidad de Chile. Este dato subraya la relevancia de desarrollar campañas educativas y de concientización que fomenten conductas responsables en la gestión del fuego, particularmente en zonas de interfaz entre áreas urbanas y rurales. Las comunidades informadas y capacitadas tienen una mayor capacidad de respuesta, lo cual es vital en la prevención y manejo de incendios. Autores como Blaikie (1994) enfatizan que la vulnerabilidad de una comunidad se incrementa cuando existen fallas en la planificación territorial y en la formación de la población, por lo que un enfoque holístico en la gestión del riesgo debe considerar estos aspectos. La capacidad de resiliencia de la comunidad también es un componente clave en la etapa de prevención. Cutter (2008) sostiene que la habilidad de las comunidades para adaptarse y recuperarse es fundamental para reducir los daños en caso de desastre. En Chile, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que más del 40 % de los hogares ubicados en zonas de interfaz urbano-rural se encuentran en áreas de alto riesgo de incendio, lo que incrementa su vulnerabilidad. Frente a esta realidad, es indispensable fortalecer los programas preventivos, incorporando formación en rutas de evacuación, planes de contingencia y ejercicios de simulación. Asimismo, la inversión en tecnología para la detección temprana y la vigilancia activa de incendios resulta clave para prevenir su propagación. La estrategia de prevención debe abordarse desde una perspectiva multisectorial, en la que tanto las autoridades como las comunidades desempeñen un rol activo. Al invertir en medidas preventivas y fortalecer la resiliencia comunitaria, Chile puede avanzar hacia un modelo de gestión de riesgos más eficiente y sostenible, protegiendo sus recursos naturales y garantizando la seguridad de la población frente a la creciente amenaza de los incendios forestales.
Descripción
Lugar de Publicación
Valparaíso
Auspiciador
Palabras clave
PREVENCION DE INCENDIOS FORESTALES, PROTECCION DE BOSQUES, EVALUACION DEL RIESGO DE INCENDIOS, CONTROL DE RIESGOS
Licencia
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