Revitalización de la obra de Baldomero Lillo. Intervención gráfica de los cuentos: “Los inválidos” y “La Compuerta n°12”.
Fecha
2014
Autores
Profesor Guía
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Editor
Universidad de Valparaíso
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Facultad
Facultad de Arquitectura
Departamento o Escuela
Escuela de Diseno
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Nota general
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Resumen
La palabra y la imagen son elementos que viven de forma inseparable, y hoy las tendencias
gráfico-literarias reafirman más aún esta vinculación. La palabra nace para dar vida a un concepto
y el concepto sugiere de manera inmediata formas, situaciones, colores, es decir, imágenes.
Esta respuesta se da de forma inmediata y ejemplo de eso es lo que sucede cuando leemos
un texto. La narración, la entonación de la prosa, la articulación de la palabra tienen en el
lector el efecto de crear representaciones visuales de diferente intensidad según la capacidad
del autor de desarrollar con maestría su arte. Maestría es, justamente, uno de los términos con
los que es definido el ejercicio de Baldomero Lillo: contar historias en estructura de cuento,
siendo lo más notable de su obra la sinceridad con la que, sin miramientos ni pretensiones
literarias, debido a su escasa formación como escritor, logra retratar el escenario de la profunda
miseria de la vida de los mineros del carbón de Lota por medio de la observación directa,
fundando el relato social en nuestro país y pasando a formar parte de la historia. Según las
palabras que Marks (2010) dedica al autor en el prólogo de su obra reunida, “no se ha escrito
nada semejante a los textos de Baldomero Lillo que alcance su categoría artística” (p.20), que
se han convertido en clásicos manteniendo su valor durante generaciones por los motivos
que cita de Borges, quien define un clásico como aquellas “obras insignes a las que hombres
y mujeres vuelven una y otra vez para reencontrarse a sí mismos” (p.20). Este encuentro con
uno mismo, que ofrecen los relatos del cuentista, tienen relación con el dolor compasivo que
inspiran los accidentes de la vida minera y la empatía con el sufrimiento ajeno y e incluso
el propio a partir de la identificación de las eternas causas perdidas que, al nacer desde la
realidad, se tornan un elemento de identidad cultural y literatura geográfica. Pero la obra de
Lillo, como un lugar inmutable al que podemos acudir y que se mantiene a la espera, es decir
la obra como un clásico, con la relevancia que representa para la historia de Chile, nuestro
contexto literario y cultura, no ha sido realzada como se merece. La permanencia y traspaso
de la obra del cuentista se encuentra limitada a ediciones de rápida factura y libros en rústica que no ahondan más allá de la riqueza del contenido
de sus textos. En este escenario, sabemos que la combinación de texto e imagen, por
cierto el diseño editorial, contribuyen a lo menos a una mejor interacción entre lector y objeto.
Claro es que el libro, y así lo recalca Rodríguez en su seminario profesional de 1974, aparte
del lenguaje es el medio de comunicación transportable y permanente más antiguo de conservación
y difusión de la cultura, esto implica que asimismo contenga tres características fundamentales:
la tradición, la manuabilidad y su carácter de permanencia. De estos tres elementos
que definen el libro, la manuabilidad es la propiedad más inherente de este soporte, que por
medio de la interacción del lector con las propiedades visuales, táctiles e incluso olfativas del
material en la secuencia del hojear, permite una relación que otras formas de conservación y
exposición de contenidos no permiten. Es en esta característica a la que el libro como soporte
ha debido apoyarse en los tiempos que corren, debido a la aparición de nuevas tecnologías de
producción y nuevos medios como los digitales, hasta el punto de transformarse en un objeto
en sí mismo a partir de sus características plásticas y cómo genera su relación con el contenido
visual. Ejemplo de este sostenimiento es la proliferación en el mundo editorial de los libros
ilustrados, libros álbum y los libros pop-up –trabajo también conocido como ingeniería del
papel-, que por medio de la interacción de imagen y texto, combinados con las posibilidades
de la superficie generan un vínculo de participación entre el lector, el contenido y el diseñador
que basa su valor, principalmente en la emocionalidad. Es por esto que este proyecto está
concebido con la motivación de lograr a través del diseño una forma de relacionar la palabra
y la imagen en pos de una interacción que permita crear una nueva relación de lectura de los
cuentos del fundador del relato social en Chile como forma de revitalizar su obra y trasladarla
a un lenguaje contemporáneo.
Descripción
Lugar de Publicación
Auspiciador
Palabras clave
OBRA LITERARIA NACIONAL, LENGUAJE EDITORIAL CONTEMPORÁNEO, ILUSTRACIÓN, GRÁFICA, POP-UP