Pastiche y visión esquizoide en el cine de los hermanos Coen: análisis de “Raising Arizona” (1987) y “The big Lebowski” (1998).
Fecha
2009
Autores
Profesor Guía
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Universidad de Valparaíso
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Facultad de Arquitectura
Departamento o Escuela
Escuela de Cine
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Opta al Grado de Licenciatura en Cine.
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Resumen
Durante el inicio de la investigación acerca de la temática del “pastiche”
pude francamente recordar acerca de mi pura niñez: hijo único con padres sobre–
protectores y que en gran parte del día pasaba dentro de mi casa con una
televisión por cable. Y esto de cierta forma, en una época en la que Internet no
estaba al alcance de todos, significó una “golosina visual” (tal como lo describe
Ignacio Ramonet): devoraba horas de información en las que una parrilla de
programas de variedad, publicidad, dibujos animados, series de televisión,
películas hollywoodenses acechaba mis sentidos a tan temprana edad. Alguna vez
habré visto incluso “Fahrenheit 451” (F. Truffaut, 1966) y “Por un puñado de
dólares” (S. Leone, 1964) y cine B en los inicios del Canal Warner, en su señal
latinoamericana, con filmes de John Waters como “Polyester” (1981), “The hand”
(Oliver Stone, 1981), las célebres obras de Roger Corman protagonizadas por
Vincent Price, etc. El “mix” de gran diversidad provoca entonces un choque
intercultural que termina por decidir la característica primordial de lo que
finalmente significa vivir en una época “Posmoderna”. La experiencia de digerir
desde todos lugares distintos tipos de información en forma masiva y su demanda
correspondiente terminan por crearnos una sensibilidad muy diferente a las de
otras generaciones: cada vez que vemos una imagen, nos sentimos aludidos a
nuestro pasado, a una memoria no sólo a nivel emotivo, sino que, además
incluso asociativa. El escándalo de otras eras desaparece como si las
pinturas de Picasso o la música de The Ramones estuviesen comprendidas como
parte de nosotros apenas nos conciben. ¿No deberíamos sentir algo de pudor que
sea? ¿Alguna herida en nuestra sensibilidad?
La posmodernidad llama mi atención por una identificación profunda
respecto de una cultura de masas en la que me encontré inmerso siendo muy
pequeño y terminó ahora determinando incluso parte de mi futuro, ligado a formar
parte del sustento de un método de comunicación masivo al que la crisis de dicha
época se acentúa con el intertexto, con poder comunicar una cantidad de discursos de dichos formatos y disciplinas en uno solo, como si fuese una navaja
suiza o una mesa multiusos.
La característica a la cual quiero llevar a cabo esta tesis es la capacidad de
generar un discurso narrativo, como es el caso del cine, por medio de una serie de
referencias genéricas y citas de otras áreas o las mismas incluso, pero aun así, a
pesar de existir precedentes, lograr diferenciarse con un estilo único ¿Cómo es
que se puede lograr esto si nos basamos en otros ya existentes y, peor aún,
utilizados con anterioridad? Estudiando para esta tesis la respuesta más evidente
y que cada vez me convence e incita a tomar partido al respecto, es que
sencillamente, se trata de la posmodernidad.
El caso del séptimo arte tiene un lugar especial en medio de dicha
característica sobre todo considerando su juventud respecto de otros medios y la
cantidad de artes y mass medias que logran converger y generar una obra de gran
magnitud y/o valor, además de ser lugar común de diferentes artistas de esta
época que se atreven a incursionar en este medio por su familiaridad de formato,
por sentirse influenciados por el estilo de este método. Y en el caso de los propios
cineastas “puros”, aquellos que se dedican únicamente al cine, podemos entonces
encontrar una mayor carga de influencia, de compromiso específico con este arte.
Y dentro de este costal, encuentro un sin número de autores, pero en especial, el
caso de Joel y Ethan Coen, es sencillamente un caso a tomar en cuenta y analizar
a fondo.
El pastiche, alusión de un estilo en particular descontextualizado a niveles
tanto formales como históricos cuya finalidad es la imitación en postura neutral,
consiste en el modo de mayor integración de la mencionada intertextualidad que
encontramos a nivel cinematográfico hoy por hoy, constituyendo constantemente
referencias de otros estilos, géneros, filmes en particular, incluso publicidad,
animaciones, novelas, música, etc., apoyados en la fuerte influencia que ejercieron
sobre los propios realizadores y, yendo más allá de lo que Fredric Jameson
entrega como pastiche que evoca a una neutralidad, sus propios gustos y su carga emotiva al respecto, posicionándonos inmediatamente en un lado para nada
neutro, sino más bien homenajeando, y no ridiculizando, distinguiéndose respecto
de lo que sería la parodia.
¿Por qué los hermanos Coen? Porque su filmografía se encuentra plagada de
pastiches, construyendo un discurso cinematográfico de alta calidad con una base,
técnicas o elementos descontextualizados desde la propia publicidad, los dibujos
animados desde Walt Disney a Tex Avery, e incluso pasando por filmes serie B y
de géneros (sobre todo géneros) como el cine negro. Si bien cineastas como
Tarantino, Tim Burton, utilizan las mismas influencias, la mayor gracia de los
hermanos Coen es su sutileza y su medio mucho más implícito respecto que
muchos otros autores, considerando el descaro de Tarantino con el cine de Leone,
Suzuki, Bruce Lee, etc., como lo explícito que resulta Burton respecto de Roger
Corman, los monstruos de la Universal, incluso colocando a Vincent Price dentro
del reparto, más aún, haciendo una película biográfica de Ed Wood. Las
referencias pasan entonces de ser meros guiños, a una galería estética de sus
intenciones evocadoras. El caso de los Coen, requiere un análisis mucho más
profundo de la reconstrucción de sus influencias y por lo demás, se maquillan
dentro de la magnificencia de lo que consideramos un estilo único, una forma
auténtica de llevar a cabo sus obras por medio de dicha característica, siendo
considerados de por sí, autores. Vale decir, se genera una especie de “cultura
coeniana” en base a la construcción de historias basadas además en elementos
externos e internos de por sí al cine, o al menos no cien por ciento original por
parte de estos. Productos originales reciclados y reutilizados para generar un
nuevo sentido, un nuevo estilo, una nueva “originalidad”.
Mi tema entonces es el estudio de la construcción de una narración
cinematográfica en las películas de los hermanos Coen, basado en el uso del
pastiche, específicamente desde su ópera prima, “Blood Simple” (1984) hasta
“The Big Lebowski” (2000). Período en que no sólo dichas películas terminaron por
posicionarlos dentro del sitial mayor como realizadores contemporáneos, sino que
por lo demás, evocan a una etapa mucho menos seria, de mayor experimentación,
del inicio de su maduración que tomaría un vuelco bastante interesante con “The man who wasn’t there” (2001) y que completarían con la ganadora del óscar®,
“No country for old men”. Por lo demás, en los casos ya mencionados a estudiar,
considero que los Coen tienen un mayor apego a la carga de intertextualidad y
pastiche a analizar respecto de su filmografía posterior, con un mayor significado
por lo demás.
En otras palabras, creo que los Coen en dicha parte de su filmografía expresan
totalmente su característica de cineastas posmodernos.
Pero otro de los rasgos principales que Fredric Jameson menciona a raíz
de la posmodernidad es la “esquizofrenia”. Término con el que se refiere a la
experiencia estética de perderse dentro de una reproducción de imágenes
fragmentadas y aisladas sin poder encontrar un referente capaz de reorientar al
sujeto o hablante en un sentido lógico y temporal debido al quiebre del significante
y por tanto la construcción de su significado también se perderá. De esta forma, el
sujeto pierde su identificación tanto con su entorno y sí mismo, pierde su
trascendencia en el tiempo, su pasado y su futuro, quedando atrapado en un
presente continuo.
Debo decirlo: es esta misma sensación la que pasó por mi ser cuando visioné por
primera vez “Barton Fink” (y no tengo dicha enfermedad psiquiátrica por suerte),
pero es inevitable salir de una película como aquella, e incluso otras de los
mismos autores, con una ansiedad por analizar y discutir sobre lo que acabamos
de ver; sobre la propia realidad o irrealidad de la obra.
Aquella ruptura de “realidad / irrealidad” sobre la cual el cine de los Coen se
sustenta en muchas ocasiones, aquellos que parecieran ser sueños, o hechos
subconscientes, o sencillamente alguna epifanía, se transforman en un quiebre en
la actitud de un espectador que disfruta de un filme que nos saca de las casillas
inexplicablemente, que de un plano a otro no sabemos realmente si los personajes
viven dichas situaciones, o son meramente sueños, o producto de la imaginación
de ellos. Una total característica del arte posmoderno.
Entonces, podemos realmente afirmar que el cine de los hermanos Coen
obedece de manera consciente o subconsciente (simpatizo con esta última más
bien, sería demasiado macabro la primera alternativa) con una obra dentro de los
estatutos y características fundamentales expresadas por Fredric Jameson sobre
la posmodernidad: el pastiche y la esquizofrenia; “el cine posmodernista”.
Mi tesis, entonces, tiene como objetivos:
Objetivos Generales:
• Analizar el enlace que existe entre la Posmodernidad, tanto en sus rasgos
culturales, sociales y artísticos, y la propia creación cinematográfica en
nuestros días y en cineastas de alta reputación.
Objetivos Específicos:
• Estudiar la problemática de la posmodernidad según Fredric Jameson en
el cine de los hermanos Coen desde “Blood Simple” hasta “The Big
Lebowski” como modelos explicativos.
• Mostrar énfasis en el análisis de dos filmes pertenecientes a ese período
cuya corriente genérica es la comedia como son “Raising Arizona” y “The
Big Lebowski”, cuyos códigos, a pesar de pertenecer a dicho estilo
muestran una evolución en su tratamiento cinematográfico mediante el uso
de referentes de pastiche mucho más serios y, además, el cambio del uso
del mecanismo de visión esquizoide como una forma narrativa totalmente
contraria: de pasar de un personaje a su exterior, al personaje interno.
• Crear una conciencia en el medio nacional y al lector en general, respecto
de lo que significa la época en que nos situamos, la posmodernidad, en la
creación artística a nivel cinematográfico y cómo sus aspectos principales
(el pastiche y la esquizofrenia) encuentran lugar en la construcción de la
narrativa audiovisual de dos cineastas considerados en la elite mundial del
cine: los hermanos Coen. De la manera en que podemos condensar la
información que nos ataca día a día en una obra de calidad y de manera
coherente.
Descripción
Lugar de Publicación
Auspiciador
Palabras clave
DISCURSO NARRATIVO / AUDIOVISUAL, PASTICHE, CINEMATOGRAFÍA, POSMODERNIDAD, CINE HERMANOS COEN