La condición eufórica en la relación arquitectura y enfermo.
Fecha
2007
Autores
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TDPRE
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Editor
Universidad de Valparaíso
Ubicación
S/ARQUI R789c 2007
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Facultad
Facultad de Arquitectura
Departamento o Escuela
Escuela de Arquitectura
Determinador
Recolector
Especie
Nota general
Grado de Licenciado en Arquitectura.
Resumen
La arquitectura nos acompaña a lo largo de nuestra vida y es quien acoge cada uno de nuestros actos. Qué sucedería si en un momento de la vida ésta nos abandonara o no supiera responder a un modo particular de habitar.
Este estudio analiza la capacidad de la arquitectura en sensibilizarse ante formas singulares de habitar, enfocándose en su respuesta ante “la salud o la no salud”; su relación con el enfermo, la cual no ha sido adecuada, porque al enfermarnos la importancia de la enfermedad nos supera en nuestra condición de personas, perdemos la posibilidad de habitar y con ello una cuota de humanidad. ¿Cómo hacer para que eso no suceda?
En el desarrollo de la investigación recurriremos tanto a la historia como a la actualidad, llegando a nuestros tiempos con la soberanía absoluta del funcionalismo en la creación de los centros de salud, convirtiéndose en el dictador del proyecto de arquitectura. Sumiéndose en este funcionalismo extremo los arquitectos han olvidado la cualidad, han olvidado que no son enfermedades las que ocupan las salas, sino habitantes enfermos.
Al referirnos a los enfermos, nos estaremos centrando en aquellas personas que deben permanecer en un centro de salud por una enfermedad física o fisiológica que considera un proceso de recuperación, entendiendo que otros tipos de enfermos, como los terminales y los siquiátricos, también merecen un trato arquitectónico que se sensibilice con su realidad, que es diferente a la de los pacientes físicamente enfermos en recuperación.
La Arquitectura no trata al enfermo con la misma importancia y preocupación como al hombre sano, por ello una parte importante de la gente no encuentra en ella la forma adecuada para su desarrollo como personas. La Arquitectura no ha considerado al hombre en esta condición “enferma”. Los espacios inadecuados llevan a una deshumanización de los enfermos, los enfermos se dejan…la arquitectura sólo los “ubica”. Si la arquitectura influye en la dignidad de las personas y esta arquitectura los deshumaniza, es el momento en que el arquitecto realice una arquitectura para él.
Esta investigación pretende abrir la inquietud del cambio en esta relación. Entender cómo la arquitectura puede lograr una relación eufórica, de bienestar, con el enfermo, en donde los hospitales, como obra arquitectónica, sean “hospitalarios” tanto con el enfermo como con la diversidad de habitantes que congregan, dándoles a todos la posibilidad de habitar en sus distintos modos y no quitándosela, permitiéndoles ser habitantes de una arquitectura que acoge y que otorga vida.
Cuando hablemos de relación eufórica, estaremos entendiendo por euforia, término proveniente del griego εὐφορία, que significa fuerza para llevar o soportar; como la capacidad para soportar el dolor y las adversidades; la sensación de bienestar; el estado de ánimo propenso al optimismo.
Se busca una nueva relación, una relación eufórica, en donde la arquitectura sea sensible y no deje de lado la cualidad. Nos proponemos acercarnos a aquello que le falta a esta arquitectura que está tan lejos de ser hospitalaria con sus habitantes.
Descripción
Lugar de Publicación
Valparaíso
Auspiciador
Palabras clave
ARQUITECTURA DEL BIENESTAR, ESPACIO EN ARQUITECTURA, ENFERMOS